Con el aumento de la violencia en Afganistán observadores internacionales declaran que está aumentando el número de niños reclutados por grupos armados y fuerzas nacionales como los talibanes, que están reforzando su ofensiva. Además los ataques suicidas han aumentado en Afganistán desde la invasión de Estados Unidos en 2001.
Un joven de 14 años se encuentra actualmente en una cárcel juvenil en Kabul acusado de terrorismo tras haber planeado supuestamente, un ataque suicida. Se quedará en la cárcel al menos 5 años y un par de años después será transferido a una cárcel para adultos. Al joven se le ha denegado el derecho a ponerse en contacto con su familia, por lo que desconocen su situación.
Frecuentaba una escuela coránica de las regiones tribales del Pakistán en donde se le transmitía una interpretación extremista de la religión musulmana. El joven comentó “cuando acabé de recitar el Corán el mulá vino a verme y me dijo que era la hora de cometer un acto suicida y por eso me trajeron a Afganistán sin consultarlo con mi familia”. En la frontera entre Pakistán y Afganistán fue entregado a extraños que lo llevaron en la provincia de Khost, un semillero de actividades terroristas en Afganistán.
Declaró que sus reclutadores le mintieron y le obligaron a entrenarse para utilizarle como bomba humana en contra de su voluntad. El joven explica que le dijeron que, como musulmán, su misión era matar a los soldados británicos y americanos porque ellos estaban matando a los musulmanes.
En la misma prisión donde se encuentra el joven están otros 3 jóvenes acusados por tentativa de ataque suicida y otros por haber sido reclutados por grupos terroristas.
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